Bauhaus, el movimiento integral

 
Colores y geometría en la estética Bauhaus

      Pocos movimientos artísticos de la Historia del Arte han resultado tan fascinantes para los estudiosos como la Bauhaus (casa de construcción). Las devastadoras consecuencias de la Primera Guerra Mundial llevaron a un grupo de pensadores en Alemania encabazados por el arquitecto Walter Gropius a buscar una regeneración integral que transformase el antiguo mundo burgués del industrialismo y el militarismo. Desde 1919 hasta 1933, la Bauhaus pasó por diferentes etapas, aunque el lema en sus inicios fue "Todos tenemos que volver a la artesanía". Los integrantes de este movimiento creían que una regeneración en el mundo del arte podría provocar una regeneración social integral. Gracias a este movimiento se definieron los preceptos de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico. Su actividad se extendió por la arquitectura, la pintura, la artesanía y el diseño de objetos para la vida diaria. Mucho se ha polemizado sobre si existieron o no contactos entre la Bauhaus y el nacionalsocialismo de Hitler. 

Diseño de objetos cotidianos

     La primera etapa de la Bauhaus se centró en una vuelta al concepto de lo artesanal, y la escuela de alfarería, ubicada en Dornburg an der Saale, fue el eje central de ese propósito. El profundo espíritu revolucionario del movimiento hizo que esta escuela supusiera además el nacimiento de una rica vida en comunidad por parte de sus integrantes. Los estudiosos de la Historia del Arte coinciden en señalar que la actividad desarrollada durante seis años en la escuela de cerámica de la Bauhaus supuso la base de las técnicas de cerámica que se desarrollarían durante el resto del siglo XX. Es destacable también la apertura del movimiento alemán hacia las técnicas de alfarería niponas, que constituyeron una fuerte influencia.