Arquitectura de reflejos

 
   En 1928 Mies Van del Rohe recibe el encargo de levantar la estructura que representase a la Alemania de Weimar en la Exposición Universal de Barcelona de 1929. Es posible visitar hoy en día una reconstrucción del pabellón que se llevó a cabo en los años 80, ya que el auténtico fue desmantelado en 1930. El proyecto se concibió como escenario de algunas de las ceremonias que se llevarían a cabo en el marco de esta exposición universal, como por ejemplo la recepción al rey de España o ciertos actos protocolarios.
 
   La modernidad de las formas de la construcción contrastaba profundamente con la arquitectura predominante en España en aquella época, exceptuando, claro está, el legado dejado por Gaudí en Barcelona. Mies pretendió jugar en todo momento con los reflejos del agua de los estanques y los muros acristalados. Los recortes de prensa de la época hablaban del pabellón como de "la verdadera y auténtica cátedra del cubismo, exponente máximo de esa estética muerta descuartizada que inventó Picasso un día del mal humor".
El Ayuntamiento de Barcelona creó en 1983 la Fundación Mies Van del Rohe con el propósito de reconstruir la estructura del pabellón y difundir la obra del arquitecto alemán.
 
 

"Less is more"

    Mies Van del Rohe nació en Aquisgrán en 1886. Uno de los momentos que más marcó su vida profesional fue el encargo de dirigir el movimiento artístico de la Bauhus en 1930, cuyo fundador fue otro conocido arquitecto y diseñador, Walter Gropius. El avance del nazismo acabó con este grupo artístico y Mies Van del Rohe se trasladó a Estados Unidos en 1938 donde trabajó en la Escuela de Arquitectura del Armour Institute of Technology, en Chicago, de la que es nombrado director. Destaca en su trayectoria la construcción del edificio de oficinas Seagrem en Nueva York y del edificio Bacardí en México. Su lema constructivo, que ha pasado a la historia del arte, era "menos es más" en alusión a la importancia de la simplicidad y sencillez de las formas.

 

Un paseo con Mies